Hace unos 15.000 años, el hombre apareció en el territorio venezolano. Por aquella época tan remota, que algunos llaman el Paleoindio, los hombres provenientes del continente asiático se establecieron en lo que en el futuro llamarían Venezuela. Estos cazadores, ahora venezolanos, perseguían a los grandes mamíferos de esos tiempos, como el mastodonte, para alimentarse. También trabajaban la piedra y sabían como hacer herramientas de piedra y madera. La vida social del venezolano era sumamente difícil. Eran nómadas, se movían por todo el territorio, cazaban lo que podían, las mujeres tenían que llevar consigo a los hijos, les quedaba poco tiempo para la recreación. Pero como para el arte siempre se encuentra un tiempito, los venezolanos paleoindios nos dejaron muestras de sus expresiones artísticas en pinturas sobre piedras y artículos tallados en hueso.
Ya para el 5.000 a.c., el venezolano es un mesoindio. Sus costumbres cambian un poco. Aunque sigue siendo cazador, ahora caza animales más pequeños, porque los grandes mamíferos se extinguieron. Los que viven en la zona costera, que son la mayoría, recolectan productos marinos y los que viven en el interior del país cazan y recolectan vegetales. Algunos mesoindios comienzan a establecerse e intentan algunas manifestaciones de la agricultura. En esta época se comienza a hacer cerámicas y se agrupan en bandas que colaboran entre sí para la caza, la pesca y la recolección.
Más o menos entre el 1.000 ac y el 1.500 dc, los venezolanos vivían el período neoindio. Se establecieron en diversas comunidades donde practicaban la agricultura, principalmente en áreas andinas. Otros venezolanos neoindios, que vivían en la costa, recolectaban productos marinos y los intercambiaban con otras tribus por productos agrícolas. En algunos casos usaban ciertas conchas de caracol como monedas. La red de comercio era importante en todo el territorio nacional. Se construían chozas como viviendas. La sociedad venezolana neoindia producía artículos de arcilla: vasijas para almacenamiento y también objetos de arte, como las figuras de monos y ranas, y hacían también imágenes de mujeres con la cabeza achatada y otras figuras dependiendo de la zona del país. Eso sí en casi todo el territorio nacional se hacían objetos y figuras de arte con arcilla. El venezolano neoindio pudo dedicar más tiempo al arte, porque estaban más organizados, y tenían técnicas más eficientes para sus labores de caza y agricultura. El líder de cada tribu era el cacique y era quien ejercía el control social de la tribu. Todos le debían obediencia. Además creían en un conjunto de deidades y a ellas le dedicaban su culto. Los venezolanos neoindios no trabajaron los metales y según los intereses del momento practicaban la guerra entre diversas tribus.
Cuando Colón llegó a costas venezolanas en 1.498, los principales habitantes de estas tierras eran los Arawacos, Caribes, Caquetíos, Cumanagotos, Guajiros, Jirajaras, Timoto-cuicas, y otras tribus. Abarcaban casi todo el territorio nacional y vivían en tribus independientes, aunque algunas tenían relaciones familiares entre ellas. Los conquistadores aplicaron la exterminación de estos pueblos y pocos fueron los que sobrevivieron.
Con el pasar de los siglos estos venezolanos originarios siguen sobreviviendo, alejados de las principales ciudades, viviendo en zonas fronterizas o en las selvas de Guayana y sufriendo problemas como pobreza y enfermedades. La constitución vigente de 1.999 les reconoce ciertos derechos como su lengua y su cultura. Sin embargo, con sólo declarar sus derechos, sus problemas no se han resuelto. Los siguen agobiando los problemas de salud, vivienda, educación y pobreza.
Algunos de ellos que viven en la región de Guayana, interactúan con los turistas, colocándose toda su vestimenta indígena para tomarse fotos y les enseñan todas sus costumbres.
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